domingo, 24 de junio de 2012

A WOMAN ON THE STAGE

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Su escenario es su mundo, el que pisa cada día, el de las rutinas imperecederas y el de las risas legítimas.  Un mundo cambiante reflejo de la realidad.

Su obra no tiene guión, y en todo momento tiene que improvisar, tirando de experiencias pasadas pero también experimentando con cosas por suceder, algunas de las cuales no tienen sentido a priori, pero ella las lanza al público consiguiendo mayoritariamente una reacción positiva por parte de la platea.

La función no permite intermedios, y ella es capaz de mirar, reír, llorar, enfurecerse, calmarse, agotarse, descansar, pensar, meditar, lanzarse al vacío, reír de nuevo, hablar, gritar, desesperarse, volar, oscurecerse, iluminarse, saltar, volver a reír, maldecir, amar, desvivirse por los suyos, atropellar la vida con sus ganas y terminar una vez más riendo como una descosida.

Nadie sabe cómo, pero siempre logra acariciar la vida con su mirada limpia, delicadamente, usando sus ojos como si fueran los dedos de un bebé.

Y cuando el público se pone en pie ofreciendo una sonora ovación, ella se gira brevemente y por un huidizo instante se pueden divisar las alas invisibles que lleva cosidas en la espalda.

Dedicado a la grandísima "modelo" de esta sesión, estupenda fotógrafa, y sobre todo maravillosa amiga, Isabel Talleda :)

 

Juan Carlos Pascual

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